Acabamos de dejar atrás la Semana Mundial de la Lactancia Materna y justo en este momento publican en un medio de prensa chileno un artículo en el que dan un montón de razones a las madres para no amamantar más allá de los dos años, ofrecidas por una matrona, una neonatóloga y una psicóloga.
Son tantos los mitos que comentan y tantos los errores que me ha parecido interesante darle una réplica. A estas alturas dudo que nadie se crea lo que dicen, pero por el hecho de ser profesionales de la salud siempre habrá quien les otorgue un mínimo de credibilidad. Uno de ellos, el más sorprendente y que no había oído nunca, es el comentado por la matrona, que explica que “debe tomarse en cuenta el adecuado descanso de las glándulas mamarias de la mujer”.
¿Deben descansar los pechos de las madres?
Dice Yasna Bastías, matrona del Centro de Salud Familiar de Santa Sabina, que la lactancia debe terminar a los 2 años porque la leche pierde sus propiedades inmunológicas y nutricionales con el paso del tiempo y porque hay que pensar en el adecuado descanso de los pechos de la mujer, que están trabajando desde el período de gestación. Sumando esos nueve meses a la etapa de amamantamiento estarían produciendo sin descanso durante tres años y añade que tanto trabajo no provocará graves enfermedades a la madre y, como tampoco aportará un beneficio significativo para el niño, es mejor dejarlo.
Como sabréis, la leche materna no pierde sus propiedades, nunca, de igual modo que la leche de una vaca no las pierde aún cuando se pasan el día produciendo leche para ser envasada. No las pierde y por eso sigue siendo la mejor opción para un niño, la leche de su madre. Si una madre quiere dejar de dar el pecho a los dos años y empezar a darle leche de vaca, o si tomaba las dos y ahora ya no mamará, no hay problema, pero si una madre decide seguir dándole el pecho, siempre será mejor por estar dando a un niño humano leche humana, que además es la de su madre.
En lo que respecta al descanso de las glándulas mamarias, no lo había oído nunca, imagino que porque es absurdo a más no poder. Las glándulas mamarias están para eso, para producir leche que puedan tomar los bebés de cada madre y, si acaso, se debería explicar a las madres que actualmente están demasiado “descansadas”, porque se sabe que cuantos más años amamanta una mujer menor es el riesgo de cáncer de mama y menor el riesgo de padecer Alzheimer, por ejemplo.
Es que están para eso, las mujeres tienen glándulas mamarias durante toda la vida y resulta que sólo funcionan unos pocos años. Otros órganos como el corazón, los pulmones, los riñones o el hígado, esos sí que se merecen un descanso, que trabajan a diario toda la vida.
La lactancia prolongada provoca déficit nutricional y problemas de aprendizaje
Dice Roxana Aguilar, neonatóloga del Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción, que “la lactancia prolongada puede causar pequeños déficits nutricionales y problemas de aprendizaje, producto de la falta de alimentación saludable”.
Lo que se recomienda es dar leche materna de manera exclusiva los primeros seis meses, iniciar entonces la alimentación complementaria, siendo la leche aún el alimento más importante hasta el año, que a partir del año la leche materna sea un alimento más, comiendo de todo lo demás, y a partir de los dos años que la madre y el niño hagan lo que prefieran, pues puede seguir siendo la leche que toma el niño, como un alimento más o dejar de serlo. Esto, claro, es si reducimos la leche materna a alimento… pero todos sabemos que es más que eso.
Si un niño hace esto, si se alimenta según las recomendaciones, no tiene sentido decir que habrá déficit nutricional alguno ni problemas de aprendizaje, porque no estamos hablando de dar lactancia materna exclusiva hasta los dos años o más, estamos hablando de dar leche materna, en vez de dar leche de vaca.
Uno también podría decir que dar leche artificial o de vaca más de dos años es peligroso, porque claro, si sólo toma eso… pero no se dice, nadie lo dice, porque se asume que a los dos años un niño come muchas más cosas.
Si hay un nuevo embarazo, la lactancia debe suspenderse
Mira que yo creía que esto ya estaba superado, pues no. Comentan que “con la succión del pezón se estimulan las contracciones uterinas, por lo que ésta debe suspenderse para evitar complicaciones en esta nueva gestación”. Un mito que ya se ha demostrado falso, al ser la lactancia y el embarazo perfectamente compatibles. Los receptores de oxitocina del útero no están activos hasta el final del embarazo, así que no es necesario suspender la lactancia por ese motivo.
Además, añaden que las alteraciones hormonales transitorias que se producen por la lactancia “también son otro problema que puede afectar a la progenitora si no culmina a tiempo el proceso de amamantamiento del bebé”. Que no son alteraciones, sino cambios hormonales lógicos necesarios para producir leche y que no, no generan problemas a la madre, cuyo cuerpo está preparado para “soportar” esos cambios. Sólo faltaría que la naturaleza hubiera previsto que una madre alimente a su hijo a la vez que le genera serios problemas a la madre.
Más allá de los 2 años, dar pecho no constituye un período crítico para formar apego
Dice la psicóloga infanto-juvenil de la Universidad del Desarrollo, Mary Jane Schilling, que “después de los 6 meses de vida, la lactancia no constituye la única vía para formar un vínculo con el niño”. Esto es obvio, de hecho ni siquiera es la única vía de formar un vínculo antes de los seis meses. Hay muchas maneras de crear un vínculo con los niños y la lactancia es una gran manera de hacerlo, pero no la única.
A esto añade, entonces, que “más allá de los 2 años, dar pecho no constituye un período crítico para formar apego, porque éste ya fue consolidado en los primeros meses de vida”, de lo que yo extraigo, viendo el tono general del artículo, que viene a decir eso de “no le des más, que tampoco le vas a aportar nada más a nivel de vínculo”. Y no, no es un periodo crítico, ciertamente, pero tampoco hay nada de malo en hacerlo. Si el vínculo ya se estableció en los primeros meses, no está de más seguirlo alimentando, a ver si ahora va a resultar que con tener un buen vínculo seis meses es suficiente para un niño.
Dar el pecho a un bebé más allá de los dos años ya no es una cuestión de darle el mejor alimento, ni de pensar en si estamos vinculándonos más o menos, es ya una costumbre, un momento entre la madre y el bebé que sí, que aún tiene beneficios, que no, que no tiene perjuicios y que debe seguir haciéndose si la madre y el bebé quieren hacerlo.
Habiendo como hay en Chile profesionales de la salud completamente concienciados con la necesidad de apoyar a las madres que amamantan y muy capaces de ayudarlas en lo que haga falta, cuesta entender que hayan dado con unas profesionales que siguen explicando mitos antiguos, desactualizadas y que además son capaces de añadir mitos que, al menos aquí en España, muchos desconocíamos.