Voy a contar mi vida entre estas páginas que anidarán cada interesante y bello momento que viví con ella desde el primer instante que cruzamos palabras, la vida no es color de rosas pero mientras decidas compartir tu vida con esa persona se que lo es; aquella vez que pudimos dialogar delante de una pantalla, y ser feliz cada segundo sentado sin pensar que lo nuestro crecería mucho más allá de un mundo cibernético.
Me llamo Estephano, soy un joven adolescente que va comprendiendo la realidad de la vida y poco a poco madurando con cada respectiva experiencia; curso el quinto ciclo de la universidad con sólo dieciocho primaveras, bueno la facultad que elegí para la vida fue Ingeniería de Sistemas; aún no estoy seguro de que desarrollar para ser un profesional exitoso, no me queda más que esforzarme por lograr ser algo en este infinito universo.
Tengo amigos de todo tipo, desde los más graciosos, hasta los más intratables. Hoy me toca el curso de electrónica digital; no es el curso que hubiese esperado llevar este ciclo pero que más da, después de todo sólo me queda cuatro meses y quince días para culminar todo ésto. A la mañana siguiente tenia reunión con unos compañeros de trabajo, recuerdo que él ingresaba a la página de la Universidad como si fuera quien lo había diseñado; tenía una seguridad pésima, después de todo jamás hagas una lista con los datos que se usan para ingresar al sistema. Fue mi primera regla de seguridad que aprendí, había comenzado el ciclo y como es de costumbre se listaban los nombres de los alumnos que habían ingresado a cada respectiva Facultad, bueno como el curioso que solía y hasta ahora soy, empece a ingresar a la base de datos; pero con códigos correlativos e inventados al menos era lo único que no se les ocurrió mostrar; luego de 3 horas de búsqueda pude agregar cinco personas, exacto eran mujeres no tenía la mínima idea de quienes podrían ser, pero no me importo.
Obtuve sus correos electrónicos y vale en ese tiempo estaba de moda el messenger como mensajería instantánea del mundo de la Internet, recuerdo que el mismo día que agregue estos contactos se conectaron, pero ninguna de ellas me devolvió el saludo excepto una muy especial; si cómo no, era ella la chica que capturo toda mi atención sin más que su belleza y única manera de cruzar palabras...
Yo: Hola
Ella: Hola
Yo: como estás?
Ella: Bien
Yo: Como te llamas?
Ella: Camila
Yo: Que hermoso nombre
Ella: (No respondió)
Si lo sé tenía una manera muy directa de decir: sabes no me interesa conversar contigo!; las monosílabas lo decían todo, que gracioso, esa era la chica que comenzó a gustarme.
Continuación
Continuación