Se trata del "Songjiang Hotel", un proyecto inmerso en el desierto pero que cuenta con una particularidad asombrosa: una cascada de agua atraviesa su estructura por el exterior, ya que el edificio forma parte de las paredes de una "garganta" donde se acumula el agua.
El hotel se integra con la pared donde desemboca el río y contará con unas 400 habitaciones exclusivas para los turistas. Pero también tendrá lugar para conferencias para 1.000 personas, un centro de banquetes, restaurantes, cafés y centro de deportes.
El distrito de Songjiang es un típico y nutrido centro turístico de los pobladores de Shanghai y cuenta con todo tipo de maravillas naturales. El particular terreno obliga a los constructores a ampliar su imaginación para poder aprovecharlo al máximo.