Un pez de pecera puede ayudar a resolver el dengue, según un estudio en Asia

Manila, (EFE).- El pez lebistes o millón, una de las especies que comúnmente se encuentran en las peceras domésticas, puede ayudar a reducir el dengue, según un estudio en Asia financiado en parte por el Banco Asiático de Desarrollo (BAD).

El experimento, en el que también participó la Organización Mundial de la Salud (OMS), se desarrolló en dos distritos de Camboya y Laos entre 2009 y 2011, en los que se introdujo el citado pez en el 88 por ciento y el 76 por ciento de los hogares, respectivamente.

Esto produjo una reducción considerable de las larvas del mosquito transmisor del virus del dengue, ya que el pez lebistes (Poecilia reticulata) demuestra un gran apetito por esta especie de insecto que se desarrolla en el agua estancada.

"Es un modelo de bajo coste, durante todo el año y seguro, además de permitir la participación de toda la comunidad. Es una alternativa al uso de productos químicos y reduce el coste de los tratamientos de emergencia para contener las epidemias", indicó Gerar Servais, experto en salud en el BAD.

Actualmente no hay vacuna o tratamiento específico para tratar el dengue, que causa dolor de músculos, articulaciones y cabeza, fiebre alta y sarpullidos, al tiempo que es mortal en una pequeña parte de los casos.

Según el BAD, la enfermedad supone un gasto considerable de la precaria economía de muchas familias de la región, además de afectar a los presupuestos de los gobiernos, el turismo y otros sectores económicos.

Cerca de 2.500 millones de personas, más del 70 por ciento en Asia y el Pacífico, están en riesgo de contraer el dengue, cuya amenaza aumenta con el crecimiento urbanístico incontrolado y los contenedores no biodegradables que acumulan en agua cuando son desechados.

El pez millón, también conocido como guppy, se reconoce por la cola en forma de abanico.

El BAD aportó un millón de dólares (750.000 euros) a este proyecto.
El mercado de divisas (también conocido como Forex, abreviatura del término inglés Foreign Exchange) es un mercado mundial y descentralizado en el que se negocian divisas. Este mercado nació con el objetivo de facilitar el flujo monetario que se deriva del comercio internacional. El volumen diario de transacciones que lleva a mover alrededor de 4 trillones de dólares estadounidenses (USD)1 al día ha crecido tanto que, en la actualidad, el total de operaciones en moneda extranjera que se debe a operaciones internacionales de bienes y servicios representan un porcentaje casi residual, debiéndose la mayoría de las mismas a compraventa de activos financieros.2 En consecuencia este mercado es bastante independiente de las operaciones comerciales reales y las variaciones entre el precio de dos monedas no puede explicarse de forma exclusiva por las variaciones de los flujos comerciales. El oro ha sido dinero por 5,000 años y jamás ha dejado de serlo. En la actualidad, en la Tierra sólo hay suficiente oro para que cada persona tenga 1/3 de onza. En el transcurso del tiempo y en la historia de la humanidad, el oro se ha revalorizado para valer más que todas las monedas en exceso en la circulación. Hoy en día, para respaldar todos los dólares de los EE.UU. impresos por la Reserva Federal, el oro tendría que ser revaluado a 15.000 dólares por onza. En tiempos de crisis, el oro es la inversión más segura y también tiene el mayor potencial para aumentar su riqueza. El oro es una inversión totalmente privada y anónima que es también muy fácil de transportar. ¿Por qué comprar Plata? En la actualidad, en la Tierra hay menos plata de grado de inversión disponible para los inversionistas, que de oro. En la actualidad, sólo hay suficiente plata en la Tierra de grado de inversión para que cada persona tenga 1/14 de onza. La plata es el 'metal milagroso'. Sólo es superado por el petróleo como la materia prima más útil del mundo. Además de ser dinero, la plata tiene miles de usos esenciales en la industria. La plata es el mejor conductor eléctrico, el que mejor resiste a las temperaturas y el metal que mejor refleja en el planeta, que no tiene sustitutos conocidos. Durante los últimos 30 años el mundo ha consumido más plata que la que ha sido extraída. Los inventarios de hoy en día están cerca de los niveles más bajos de todos los tiempos.