Historias increíbles Nº 01



Una mujer humildemente vestida, con un rostro que reflejaba sufrimiento y derrota, entró a una tienda. Se acercó al dueño y avergonzada, le preguntó si podía llevarse algunas cosas a fiadas. Con voz suave le explicó que su esposo estaba muy enfermo y que no podía trabajar; tenían siete niños y necesitaban comida.

El dueño, inflexible, le pidió que abandonara su tienda. Pero la mujer pensando en su familia continuó rogándole: ¡Por favor señor! Se lo pagaré tan pronto como pueda. El dueño se excusó diciendo que no podía darle crédito ya que no tenía una cuenta de crédito en su tienda.

Cerca del mostrador se encontraba un cliente que escuchó la conversación entre el dueño de la tienda y la mujer.

El cliente se acercó y le dijo al dueño de la tienda que él se haría cargo de lo que la mujer necesitara para su familia, pero éste no le hizo caso.
Se dirigió a la mujer y le preguntó: ¿Tiene usted una lista de compra? Si señor, respondió ella.

Está bien, ponga su lista en la balanza y lo que pese su lista, se lo daré yo en comestibles.
La mujer titubeó por un momento y cabizbaja, buscó en su cartera un pedazo de papel y escribió en él. Luego temerosa, puso el pedazo de papel en la balanza.

Al hacerlo la balanza bajó de golpe, como si hubiera puesto sobre ella una roca o un pedazo de hierro. Los ojos del dueño y cliente se llenaron de asombro. Tal como había dicho, el dueño comenzó a poner comestibles al otro lado de la balanza, pero ésta no se movía, así que continuó poniendo más y más comestibles, pero como la balanza nunca se igualaba, no aguantó más y agarró el pedazo de papel para ver si había algún truco.

El dueño miró el papel y lo leyó asombrado. No era una lista de compra, era una oración que decía: 

"Querido Señor, tú conoces mis necesidades, dejo esta situación en tus manos".
El dueño de la tienda le dio a la mujer todos los comestibles que había reunido y se quedó en silencio, mientras la mujer abandonaba la tienda.
El mercado de divisas (también conocido como Forex, abreviatura del término inglés Foreign Exchange) es un mercado mundial y descentralizado en el que se negocian divisas. Este mercado nació con el objetivo de facilitar el flujo monetario que se deriva del comercio internacional. El volumen diario de transacciones que lleva a mover alrededor de 4 trillones de dólares estadounidenses (USD)1 al día ha crecido tanto que, en la actualidad, el total de operaciones en moneda extranjera que se debe a operaciones internacionales de bienes y servicios representan un porcentaje casi residual, debiéndose la mayoría de las mismas a compraventa de activos financieros.2 En consecuencia este mercado es bastante independiente de las operaciones comerciales reales y las variaciones entre el precio de dos monedas no puede explicarse de forma exclusiva por las variaciones de los flujos comerciales. El oro ha sido dinero por 5,000 años y jamás ha dejado de serlo. En la actualidad, en la Tierra sólo hay suficiente oro para que cada persona tenga 1/3 de onza. En el transcurso del tiempo y en la historia de la humanidad, el oro se ha revalorizado para valer más que todas las monedas en exceso en la circulación. Hoy en día, para respaldar todos los dólares de los EE.UU. impresos por la Reserva Federal, el oro tendría que ser revaluado a 15.000 dólares por onza. En tiempos de crisis, el oro es la inversión más segura y también tiene el mayor potencial para aumentar su riqueza. El oro es una inversión totalmente privada y anónima que es también muy fácil de transportar. ¿Por qué comprar Plata? En la actualidad, en la Tierra hay menos plata de grado de inversión disponible para los inversionistas, que de oro. En la actualidad, sólo hay suficiente plata en la Tierra de grado de inversión para que cada persona tenga 1/14 de onza. La plata es el 'metal milagroso'. Sólo es superado por el petróleo como la materia prima más útil del mundo. Además de ser dinero, la plata tiene miles de usos esenciales en la industria. La plata es el mejor conductor eléctrico, el que mejor resiste a las temperaturas y el metal que mejor refleja en el planeta, que no tiene sustitutos conocidos. Durante los últimos 30 años el mundo ha consumido más plata que la que ha sido extraída. Los inventarios de hoy en día están cerca de los niveles más bajos de todos los tiempos.